Martillos

Durante la reparación de un coche, a menudo se tiene que perforar agujeros, modificar la forma de una pieza, realizar tareas de remachado o desmontar componentes atascados. Para estas y otras aplicaciones, se utilizan martillos. Se trata de unas herramientas de impacto simples y económicas que consisten en una cabeza con una o dos caras y un mango largo.

Tipos de martillos

Según su propósito:

• Herramientas de aplanamiento. Ayudan a reparar abolladuras en los paneles de la carrocería.
• Herramientas de banco. Se emplean para montar y desmontar elementos de sujeción por el método de impacto, además de para cortar y modificar partes metálicas.
• Mazos. Se emplean en tareas para las cuales se requiere un esfuerzo elevado, por ejemplo, para reparar los neumáticos y el conjunto de la rueda, para trabajar con la carrocería y otras tareas. Se caracterizan por el gran peso de su cabeza y por su mango de gran longitud, el cual se va ensanchando cerca de la parte funcional.

La cara de la cabeza del martillo puede tener forma redondeada, cuadrada, convexa o plana. La cabeza puede estar elaborada de los siguientes materiales:

• acero para herramientas o acero al carbono;
• madera;
• poliuretano;
• goma, caucho.

La cabeza de la herramienta puede poseer dos caras, que se encuentran situadas a ambos lados de la misma, o tener sólo una cara. En este último caso, en la otra cara de la parte funcional de la herramienta hay una cuña o un saca clavos.

Los mangos se suelen fabricar de:

• madera resistente;
• acero;
• fibra de vidrio.

El mango puede estar equipado con unas placas de goma especial antideslizante, poliuretano o plástico. Por lo general, cuanto más complicado sea el diseño del mango, mayor es el precio de la herramienta.

Aparte de los parámetros anteriormente mencionados, estos dispositivos difieren por su peso. Según su propósito al que están destinados, puede ser de 160 g a 16 kg. Además, las herramientas de los catálogos se diferencian entre sí por la longitud de su mango.

Consejos de uso para los martillos

1. Inspeccione la herramienta detenidamente antes de comenzar los trabajos. Queda prohibido utilizarlas en caso de descubrir que la cabeza tenga holgura o juego libre, cuando el mango presente grietas u otros defectos.
2. Utilice unos alicates especiales de punta plana o un tornillo de banco para asegurar en su lugar la pieza con la que se va a trabajar. Esto reducirá el riesgo de sufrir lesiones.
3. Utilice la posibilidad de ajustar la fuerza aplicada: si sujeta la herramienta cerca de la cabeza, el golpe efectuado por el martillo será más débil pero más controlado y preciso. Si sujeta el mango cerca de su extremo, se podrá asestar el golpe con la mayor fuerza posible.
4. Con el fin de ampliar el número de usos posibles, es preferible comprar una herramienta con cabezales intercambiables.

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